LOITAR CONTRA O IMPOSIBLE: Historia de una hazaña

http://miro.h3m.com/~s04d2fb5/travesiajuanchoarmental08/travesiajuanchosalvorabarranha/travesiajuanchoarmentalsalvorabarranha250810.htm (fotos de Dani Gestoso)

7 horas y 22 minutos fue el tiempo que estuvo Juancho Armental nadando el pasado miércoles día 25 de agosto para atravesar los más de 21 kms que separaban la Isla de Sálvora, en la bocana de la Ría de Arousa, y la Playa de Barraña, en el municipio coruñés de Boiro.

Se trataba de ser la primera persona de la historia en cruzar y atravesar la Ría arousana a nado. Nunca nadie lo había hecho y es muy probable que pocas personas se lo hayan planteado en alguna ocasión a lo largo de sus vidas.

Juancho empezó a nadar hace cuatro años cuando, como psicólogo del rendimiento del Real Club Celta de Vigo y una vez obligado a dejar la práctica futbolística a la que se había dedicado toda su vida, se propuso predicar con el ejemplo y transmitir a los deportistas y empresarios con los que trabaja que existen muchos límites autoimpuestos y muchos objetivos aparentemente imposibles que generan una actitud poco productiva en la vida.

Inició estas aventuras de un modo anecdótico con una travesía de 4 kms entre la localidad de sus padres, Cabo de Cruz (Boiro), y el Concello de A Pobra do Caramiñal, justo enfrente del primero. Tanto le gustó la experiencia que probó al verano siguiente con algo más interesante, uniendo la Isla de Arousa y la localidad de Escarabote (7,4 kms), también en Boiro. Progresando en distancias empezó a descubrir que podía enriquecer su historia personal, transmitir valores y explorar cuestiones relativas a la actividad diaria de las personas a través de estos retos, que tal como el los define, “son un reflejo de la vida misma”.

En diciembre del 2008 nadó con temperaturas entre los 9º y los 11º los 11 kms que separan Cabo de Cruz de Santa Uxía de Riveira. Desde aquella travesía Juancho defiende que cualquier trayecto en esta ría que supere los 10 kms ya son palabras mayores.

En el verano del 2009 inicio su aventura de cruzar y atravesar la ría de Arousa con la que convive desde su infancia. Nadó los 16 kms que separan Vilagarcía de Arousa y A Pobra do Caramiñal en “el peor día de su vida”. Con problemas estomacales desde los 5 minutos de travesía, Juancho estuvo sufriendo 4 horas y 45’.

A continuación lo intentó con la travesía entre la Illa de Sálvora y la Praia de Barraña, pero el nordeste reinante, una hipoglucemia y una hipotermia severa no le permitieron consumar su sueño. Desde que salió del hospital sabía que esta travesía ya había dejado de ser una ilusión y había pasado a ser un reto personal de primer orden.

La planificación del 2010 partía desde el verano anterior con la doble idea de ser la primera persona en la historia en remontar el Río Ulla por la ruta Xacobea a modo de preparación y posteriormente intentar la travesía fallida del verano pasado.

Este mes de julio fue la fecha elegida para el remonte del río Ulla, pero ya no podía ser la primera persona de la historia en cubrir el simbólico trayecto, pues la Xunta de Galicia ya se había adelantado a contratar al magnífico nadador David Meca para realizar el mismo tour en el mes de enero. Lo consiguió con unos tiempos extraordinarios y se convirtió en el primer gallego de la historia en cubrir este simbólico remonte Xacobeo, pasando a centrarse inmediatamente en su “espina clavada”.

Fueron más de 6 semanas de espera debido al contundente viento del nordeste que asoló a la ría de Arousa a lo largo de este verano. En estas últimas semanas Juancho se entrenó en la playa de Carregueiros en Boiro con su entrenador Jesús Silva y fue la semana pasada cuando decidieron el día de la hazaña.

Desde enero del 2010, 120 horas empleadas, 415 kms recorridos y 16.600 largos completados en piscina, a lo que hubo que sumar las 40 horas y más de 145 kms de entrenamiento en el mar, siempre en sus ratos libres o cuando su trabajo como consultor de recursos humanos y rendimiento con deportistas y en empresas se lo permitieron.

Este proyecto es, como pregona su lema, un luchar contra los “Imposibles” que tanto aprisionan a las personas y que les llevan a “no hacer”. Juancho resalta que lo hace para él y porque cree en un estilo de vida en el que se pretende, no sólo cumplir con los objetivos propuestos, imposibles para mucha gente, sino conseguirlos sin que esto sea una prioridad en su vida.

La organización agradece el apoyo recibido a la llegada de la expedición, en la que se personaron cientos de personas y a la que asistió, entre otros, el alcalde de Boiro don Xosé Deira.

Itinerario Juancho salió del muelle de la Illa de Sálvora a las 11:15 horas de la mañana. No había pasado ni una hora y ya estaba mareado debido fundamentalmente al mar de fondo que caracteriza a esa vertiente del Atlántico. En el km 6 la distancia recorrida era la esperada pero nada más pararse no pudo aguantar los vómitos y ahí empezó la odisea. En el km 8 estaba congelado y tuvo que vestirse una funda integral para proteger su cabeza, pues no se esperaban esas temperaturas que rondaron entre los 14º y los 16º a lo largo de la mayoría del trayecto. Faltaban 14 kms y ya estaba seriamente tocado. Le reventaba el movimiento constante de su cabeza para respirar, el color intenso de las lanchas de protección civil que en todo momento lo vigilaban a menos de 5 metros de distancia, y le mareaba la continua y ondulada corriente de fondo. Sufría nauseas al ver a sus colaboradores comiendo y bebiendo justo delante de él, pero sabía que tenía que continuar y no podía darle vida a sus problemas para que no se convirtieran en “excusas”. Desde el km 10 ya no era capaz de meter nada en el estómago y aún había por delante más de la mitad del trayecto.

Juancho se aferró a los números y los objetivos pequeños, primero solicitando analíticas constantes de control de azúcar en sangre que le permitieran saber que estaba internamente en niveles suficientes, después tratando de conocer en todo momento qué temperatura corporal tenía, y luego analizando los tiempos por km y la sensación de desgaste sufrido en ese recorrido. Se trataba de seguir sin gastar energía, por lo que los tiempos de paso esperados se retrasaban progresivamente. Al final eran las 18:30 horas cuando Juancho llegaba al objetivo. Casi siete horas y media de trayecto y más de 6 horas y media de sufrimiento posible. Da vida conseguir un reto más, pero hay que seguir retándose para vivir.

Desde la organización os enviamos un agradecimiento infinito a todos los medios de comunicación que, un año más, mostrasteis un apoyo e interés enorme por este proyecto social del que cada día más personas van tomando ejemplo.

No era prioritario, pero tampoco era imposible.

MUCHÍSIMAS GRACIAS A TODOS.
El equipo de Loitar contra o Imposible.

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