miércoles, 6 de febrero de 2008

PSICOLOGÍA Y RENDIMIENTO: SACCHI - LECCIONES DE BALÓN


¿Cómo se lleva con Laporta?

Laporta está haciendo un buen trabajo. Un entrenador no puede construir un club, pero un club puede ayudar a crecer un técnico. Trabajo y ambiente son fundamentales.

¿Cómo era el ambiente del Milan?

Era muy serio. Se trabajaba muchísimo. Los jugadores sabían que para quedarse allí, debía seguirse una línea. Si no, se marchaban.

¿Cuál es la aportación de Frank?

Frank es un innovador. Tiene talentos con él pero si no hay alegría, seriedad y profesionalidad, es mejor no tenerlos. Talentos, trabajo y ambiente son tres elementos importantes. El juego lo puede dar sólo el entrenador porque sabe desarrollar ideas y ejercicios para mejorar el movimiento colectivo. El colectivo mejora el individuo. Para que todo salga bien, lo primero es buscar un club serio, competente, paciente y después, buscar jugadores que entren en el proyecto técnico, que tengan afinidad entre ellos y personas fiables.

¿Qué ha cambiado entre el Rijkaard jugador y el entrenador?

Ahora está haciendo un trabajo fantástico. Este año no me gusta el juego pero la relajación del equipo es normal. Debe recuperar su estilo de juego y de vida. Hay que tener una motivación extraordinaria; con una motivación normal no se gana. El problema más grande no fueron los lesionados, pero por las características del equipo, Eto'o es fundamental. Siempre ataca a la espalda del rival, da siempre profundidad. Es el primer defensa del equipo. Es un jugador extraordinario que me encanta y es complementario de Ronaldinho y Messi. Si pones a éstos dos, falta algo. Si sólo juega Eto'o, también falta algo. Ha sido una unión fantástica.

Se dice que Rijkaard es mejor psicólogo que entrenador. ¿Está de acuerdo con esta afirmación?

No, pero es importante en esta profesión ser psicólogo, comunicador, trabajador. Hay muchas cosas pero lo prioritario es ser un maestro, ser didáctico, enseñar el juego colectivo, más allá de un talento. Yo he visto jugar al Barça y puedo decir por tanto que Frank es un gran entrenador.

Los tres holandeses del Milan son grandes técnicos. Gullit fue el padre del 'sexy-football' y Van Basten es de la 'escuela Cruyff'. ¿Rijkaard es de la 'escuela Sacchi'?

Debería decirlo él. Fueron tres grandes jugadores y ahora son tres grandes entrenadores. Tuve la suerte de tenerles. No sé si aprendieron algo o nada pero jugamos en tres Copas de Europa y ganamos dos. No está mal.

¿Era Rijkaard tan humilde como jugador como lo es ahora?

Sí. Aunque Berlusconi quería a Borghi, yo sí quería ficharle. Cuando llegó, Frank me dijo que no había visto jugar al Milan. Le puse dos vídeos y se los miró. “No puedo jugar aquí, son demasiado buenos”, fue su reacción.

¿Qué le encantaba de él?

Era un futbolista fantástico pero siempre me ha gustado más primero el hombre y luego el jugador. Éste puede mejorar, el hombre es más complicado. Es más fácil cambiar un pie que una mente. Frank estaba en el Zaragoza y no le conocía como hombre. Mandé una persona 15 días a Zaragoza para saber cómo entrenaba, cómo comía, cómo se comportaba con la prensa y los rivales. El informe fue positivo. Supe que no nos equivocábamos. Hoy en día hay que hacer eso aún más para tener ventaja. Si no, estás en las manos de Dios.

¿Cómo se llevaban ustedes?

Muy bien. El día que comuniqué al equipo que me iba del Milan dije: “No tengo voluntad, soy una persona honrada y me voy”. Cuando yo estaba ya en la selección italiana, el Milan quería renovar a Frank pero tenía problemas personales y se fue al Ajax cobrando el 10% de lo que ganaba en el Milan. Él sabía que yo comía en un restaurante y dejó una carta al dueño. En ella ponía: “Mister, soy una persona honrada, no tengo ilusión y vuelvo a Holanda”. Cuando fui director técnico del Parma, me llamaron a mitad de temporada con el equipo penúltimo. Fui un mes entrenador. El dueño (Stefano Tanzi) me dijo que siguiera como director técnico con otro entrenador. Llamé a Rijkaard. “Me gustaría trabajar con usted, siempre, pero desde el inicio de la temporada”, afirmó. Nos tenemos mucha estima.

¿Es posible un tándem Sacchi-Rijkaard en el Milan?

En la vida puede ser; más fácil es en el paraíso. No lo sé, ahora hay personas de gran nivel y no quiero molestar.

¿Frank le ha pedido consejo desde que está en el Barça?

Antes de ir yo al Madrid, sí. Me llamó por otras cosas y me dijo que le faltaba un jugador. Yo le di un nombre. Luego, sólo hablábamos 15 minutos antes de los Madrid-Barça.

¿Ronaldinho acabará en el Milan?

No sé si quiere irse aunque el fútbol italiano ya no es tan físico y tiene pocos equipos competitivos.

¿Mereció ganar Fabio Cannavaro el Balón de Oro?

Es un óptimo jugador pero lo ganó porque Italia ganó el Mundial. Él sabe que no es el mejor del mundo aunque los periodistas le dieran un premio. Le tuve en el Parma y es inteligente.

¿Qué le parece Leo Messi?

Tiene una potencialidad increíble. Debe aprovechar su habilidad sin olvidar que el fútbol es un deporte de equipo donde es importante moverse con y sin balón, como driblar y pasar.

¿Faltaron en el Madrid talentos, trabajo y ambiente?

El Madrid se equivocó y lo digo con pena porque le tengo amor. Florentino fue extraordinario en algunos sentidos mientras hizo de presidente. Era un club lleno de deudas y ahora es el más rico del mundo. El problema fue que el Barça explotó porque sin el Barça, el Madrid habría ganado con indvidualidades. Cuando sube el nivel, éstas no bastan.

¿Florentino Pérez influía en las alineaciones del Madrid?

No lo sé, yo no fui entrenador, pero no quiero hablar de este tema.

¿Le gusta cómo trabaja Mijatovic?

Me gusta que el club está respaldando mucho a Capello. Antes no fue siempre así. No se puede quitar la autoridad a un entrenador. Hay que tener un proyecto y saber desarrollarlo. Han entendido que el márketing no debe prevalecer sobre los aspectos técnicos. Debe haber un equilibrio. El márketing es importante pero lo es antes el fútbol.

DI STÉFANO Y LUISITO SUÁREZ

“Desde que tenía 6 ó 7 años, soñaba con el fútbol. Me encantaba cómo jugaba Alfredo di Stéfano y después Luisito Suárez. Como jugador, empecé como extremo derecho, luego medio derecho, después lateral derecho y más tarde acabé fuera del campo aunque en mi interior siempre tuve la voluntad de enseñar. Yo lo daba todo y lo pedía todo”.

SUS MAESTROS

“Aprendí de todo el mundo. Cuando era técnico del Milan y de la selección, iba a ver a entrenadores de Tercera. De todo se puede aprender. En mi carrera siempre tuve un asistente, Natale Bianchini, que daba la vuelta al mundo para ver a grandes técnicos y me hacía informes. Fue a ver a Cruyff, Maturana, Lobanovsky, Rehhagel, Eriksson, Boskov... Una vez, me invitaron a una universidad cuando fiché por el Milan y me preguntaron cómo podía enseñar a los jugadores sin haber sido un buen jugador. Nunca pensé que para conducir un caballo debes ser antes un caballo. No hay una regla. Lo importante es la voluntad para mejorar”.

EL 'SEÑOR NADIE' DEL MILAN

“Cuando llegué al Milan desde el Parma, que estaba en la Serie B, la prensa tituló: 'Llega el señor nadie'. Ganamos (1-3) el primer partido en Pisa, luego perdimos (1-0) en la UEFA en Gijón. El domingo caímos (0-2) ante la Fiorentina en San Siro. El lunes, Van Basten me criticó porque no conocía la prensa italiana. Yo no dije nada. Al domingo siguiente, en Cesena di la alineación y puse a Marco de suplente: Le dije: 'Ya que sabes tanto de fútbol, me dirás dónde estoy equivocándome'. Mandé una señal. El liderazgo no era de Van Basten sino del club y yo era un hombre del club. No ganamos (0-0), pero ni Berlusconi ni Galliani dijeron que yo estaba loco por no alinear al mejor jugador. El club me dio autoridad, tranquilidad, confianza y seguridad. En ese momento, yo podía ser un innovador. Ese año ganamos el 'scudetto'. Hace poco tiempo me llamó Van Basten y me dijo que entendía los problemas que me creaba como futbolista”.

EL RELAX ERA EL PARTIDO

“Antes de los encuentros, decía que ganaríamos si jugábamos como entrenábamos. En los entrenamientos no disfrutábamos nada, sufríamos mucho, pero disfrutábamos en los partidos. En la Supercopa europea empatamos (1-1) en Barcelona con medio equipo titular. Trabajábamos demasiado. Un día vinieron Wenger y Houllier a Milanello y me dijeron que nunca habían visto a ningún equipo trabajar tanto. El domingo era el momento de alegría, del relax. Hace unos años, en un Ajax-Milan, le pregunté a Van Basten qué pensaba de Koeman. 'Es un buen entrenador, duro, pero no tanto como usted', me explicó Marco”.

UNA PRESIÓN BRUTAL

“Me gusta un fútbol en el que el equipo tiene el control del balón y busca la portería contraria. En aquel Milan hacíamos el 'catenaccio', pero en el área del rival”.

SER EL MEJOR DURA UN DÍA

“Empecé mi carrera como entrenador en 1973. Sólo tuve una incertidumbre en mi vida: que se podía hacer algo mejor. Con el Milan ganamos la Liga, la Copa de Europa, la Intercontinental y en la fiesta por la noche, Tassotti me dijo: 'Ahora somos los mejores del mundo'. Y le contesté: 'Sí, hasta la medianoche. Mañana empezamos otra vez'. Siempre trabajé pensando en que lo que se hacía podía mejorarse. Eso te da mucha fuerza pero te consume mucho”.

EL FÚTBOL, SÓLO CON AMOR

“Siempre pedí el máximo empeño a los jugadores, que hicieran las cosas con amor. Ahora no tengo ese amor por ser entrenador. Yo no me quedo en un sitio por el dinero o el prestigio. Tengo que tener un buen ambiente”.

UNA IDEA ANTES QUE NOMBRES

“Un equipo que quiera escribir una página en la historia debe tener lo que han tenido los grandes desde1940: ser el dueño del balón, del campo y tener la iniciativa. Para ello, ficharía jugadores complemetarios con esas cualidades. Si tienes a Figo y fichas a Beckham, es un error”.

EL ROCE CON ROBERTO BAGGIO

“No tuve ningún problema. Sólo le cambié en el Mundial'94 ante Noruega en el minuto 22. Nos habían expulsado a Pagliuca, estábamos a 40 grados y él no corría. Preferí tener gente que luchaba. Al final ganamos y él completó un gran Mundial”.

LOS AFRICANOS, SIN COHESIÓN

“¿Tiene futuro el fútbol africano? Me hicieron la misma pregunta en 1979. Quizá llegará un día. En deportes individuales, los africanos ya están pero en deportes de equipo deben resolver sus problemas. Tienen 100 etnias distintas que no se entienden. ¿Cómo pueden formar un equipo? Uno piensa negro, otro azul, otro amarillo y otro verde. Así no se puede formar un grupo psicológico. Sin éste, no hay sinergias y la fuerza de uno no vale. El fútbol es algo muy complicado. Muchas personas creen que es sencillo pero gestionar personas no es fácil. Y si cobran millones aún es más complicado. Hay que tener una idea clara y un club que te respalde totalmente”.

Entrevista publicada en El Mundo Deportivo

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