RRHH: EL CANDIDATO PERFECTO. Por Krista Walochik
http://www.equiposytalento.com/tribunas/norman-broadbent/el-candidato-perfecto
Como cazatalentos, es habitual que los directivos nos pidan nuestra opinión experta sobre sus currículos: “Ya que ves tantos, ayúdame a hacer uno perfecto”. Es curiosa la universalidad de esta petición. La hacen igual jóvenes prometedores con cinco años de experiencia, ejecutivos consolidados que ambicionan el “podio” de una gran corporación y directores generales con trayectorias estelares.
Se entiende la inquietud. Está de moda esto de “Tú eres una marca”. Hasta dan una asignatura con este mensaje en la facultad. Campañas políticas y reclamos publicitarios nos bombardean con la importancia de la imagen.
Recientemente empecé un proceso de coaching con un director general, cuya principal preocupación era el mejor packaging de su rica y exitosa experiencia directiva. De hecho, se puede describir un currículum como un spot publicitario que vende las bondades de su producto en un tiempo récord. Como promedio se dedican 30 segundos a la lectura de la primera página, 15 segundos a la segunda y se acabó. Y como un anuncio en la tele, un currículum tiene dos aplicaciones prácticas: uno, para generar el interés de alguien en conocerte. No estamos hablando de la teletienda: es rarísimo que “te compren”, es decir, te contraten sólo al ver el anuncio. Y dos, para reforzar la imagen que tengan otros de ti. Normalmente para recordarle a alguien, con quien te has visto, quién eres profesionalmente, o mejor, quién quieres ser.
La clave
Y ésta es la clave del candidato perfecto. Su currículum hace una declaración de sus intenciones. Plasma sus sueños, su personal e intransferible inquietud y visión de futuro. Sus dones especiales. Se construye de dentro hacia fuera, no al revés. Y de allí su dificultad, por que requiere responder a una de las preguntas más íntimas del ser humano:
¿Tú qué quieres?
¿Qué estás buscando?
¿Por y para qué?
¿Qué te mueve?
¿Qué te importa lo suficiente para ponerte en movimiento por las mañanas, para quedarte más tarde o dedicarle tu tiempo libre?
¿Qué te apasiona?
¿Cuál es tu don especial con el que mejor puedes servir a la sociedad?
El candidato perfecto brilla de dentro hacia fuera. Con sus imperfecciones y aciertos. En nuestra actividad como cazatalentos, les reconocemos a la legua. No son necesariamente Albert Einstein, la Madre Teresa, Bill Gates, Madonna, Warren Buffet, Anita Roddick. Son personas normales haciendo cosas normales, excepcionalmente bien.
El candidato perfecto es imperfecto por naturaleza. Un “Sarko” es atractivo por sus valores puestos en acción, por su coherencia, por hacer lo que el piensa que es lo correcto. Y no por seguir lo consensuadamente popular.
Riqueza
El entorno laboral es infinitamente más rico de lo que nos imaginamos. En más de 20 años en esta profesión he sido testigo de excepción de sorprendentes “golpes de suerte” profesional, que no eran más que la manifestación de las lícitas aspiraciones, vocación y deseos de personas que querían servir a algo más allá de sí mismos. Desafortunadamente, también he conocido a muchas personas desilusionadas con “lo que les da” el mercado.
Declaro la guerra al perfecto CV. Es como un exquisito buñuelo de viento: tostadito, simétrico, perfectamente idéntico a los demás en la bandeja y absolutamente hueco por dentro.Dame la riqueza humana, la maravillosa imperfección, los aciertos, los errores, las preferencias y los sueños de cada persona. La autenticidad es lo que hace al candidato perfecto.
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