A cinco kilómetros de la hazaña: La Voz de Galicia (24/08/09)
Una indisposición impidió al psicólogo Juancho Armental cubrir a nado las 13,5 millas que separan la isla de Sálvora de Barraña, extremos de la ría de Arousa.
El psicólogo Juancho Armental, de cuyos oficios saben bien en el vestuario del Real Club Celta de Vigo, empezó el verano planteándose el reto de cubrir a nado las dos orillas de la ría de Arousa: de Vilagarcía a A Pobra (14 kilómetros). Lo consiguió a principios de julio. Era aquel un ensayo de algo más grande, de toda una hazaña: hacer lo propio pero de extremo a extremo del mismo entrante del océano pero desde la bocana, es decir: la isla de Sálvora, como partida; y la playa de Barraña, en Boiro, como llegada. Ayer fue el día que el boirense marcó en el calendario, pero una indisposición, cuando ya estaba frente a Cabío (A Pobra), le impidió conseguir su objetivo.
Armental tiene la máxima de que uno es capaz de conseguir lo que se propone si tiene capacidad mental para hacerlo. Eso es lo que aplica para alcanzar sus retos deportivos. Y no le ha ido mal, pues cubrió a nado casi todas las distancias que se propuso dentro de la ría de Arousa.
Armental tiene la máxima de que uno es capaz de conseguir lo que se propone si tiene capacidad mental para hacerlo. Eso es lo que aplica para alcanzar sus retos deportivos. Y no le ha ido mal, pues cubrió a nado casi todas las distancias que se propuso dentro de la ría de Arousa.
Difícil elemento
Sin embargo, el formidable nadador se encontró ayer con un elemento difícil de vencer con la mente: el viento del norte. Cuando Juancho Armental, acompañado por un equipo médico y de seguridad marítima, empezó la travesía bajo la mirada de la figura pétrea de la sirena de Sálvora, el mar estaba tranquilo, pero tan pronto se separó un poco del promontorio en dirección al empedrado islote de Rúa, el nordeste empezó a soplar con fuerza y el retista, a partir de ahí, tuvo que nadar contra la fuerza del mar y del aire. Entre las olas y la ventada, el deportista se vio obligado a desplazarse zigzagueando para que las corrientes no echaran por tierra el espacio recorrido.
Sin embargo, el formidable nadador se encontró ayer con un elemento difícil de vencer con la mente: el viento del norte. Cuando Juancho Armental, acompañado por un equipo médico y de seguridad marítima, empezó la travesía bajo la mirada de la figura pétrea de la sirena de Sálvora, el mar estaba tranquilo, pero tan pronto se separó un poco del promontorio en dirección al empedrado islote de Rúa, el nordeste empezó a soplar con fuerza y el retista, a partir de ahí, tuvo que nadar contra la fuerza del mar y del aire. Entre las olas y la ventada, el deportista se vio obligado a desplazarse zigzagueando para que las corrientes no echaran por tierra el espacio recorrido.
La agitación del mar le provocó constantes mareos, para los que precisó medicamentos. En poco más de dos horas tenía cubierto un tercio del recorrido, pese a la acumulación de dificultades. Continuó nadando hasta que, cerca de las seis y media de la tarde, se vio obligado a parar: había recorrido 16,5 kilómetros y estaba a solo 5 del objetivo. Armental fue trasladado al puerto de A Pobra, donde lo recogió una ambulancia que lo llevó al hospital para ser sometido a un reconocimiento médico, pero su estado aparente era bueno. Un testigo de la hazaña aseguraba que el boirense había nadado más que los 21 kilómetros (13,5 millas) que separan Sálvora de Barraña, porque lo hizo contra corriente y en zigzag.
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