martes, 25 de agosto de 2009

El nadador Juancho Armental piensa en volver a retarse solo horas después de dejar el hospital.

La temperatura corporal del deportista llegó a caer hasta los 30 grados.

http://www.lavozdegalicia.es/barbanza/2009/08/25/0003_7927023.htm
http://www.lavozdegalicia.es/santiago/2009/08/25/0003_7927753.htm

La voz del nadador Juancho Armental sonaba ayer fuerte, vigorosa... En su tono no había ni un solo síntoma de que, solo unas horas antes, la persona que hablaba había tenido que ser atendida en el hospital después de sufrir una indisposición cuando intentaba completar una travesía a nado desde Sálvora hasta la playa de Barraña. Al preguntarle por su salud, Armental decía: «Me encuentro bastante restablecido, pude irme del hospital sobre las nueve y media de la noche -había llegado al centro a media tarde- y hoy me encuentro bien». Acto seguido, indicaba que le gustaría retarse de nuevo.

Sin embargo, y aunque ayer ya pensaba en que el gustaría volver a probar si sus brazos y pies son capaces de llevarle desde Sálvora al arenal boirense, Armental tiene claro que «el cuerpo o te deja o no». Y explicaba que el anteayer estuvo al límite de sus posibilidades.

Indicativos
Así, el nadador señaló que su temperatura corporal había bajado hasta los treinta grados y que los niveles de glucosa también habían caído hasta esa cantidad, pese a que cuando empezó a nadar este último indicador se situaba en los 152. Dada su situación, en el hospital tuvieron que calentarle el cuerpo con sueros.

«Estuve al límite, sí, creo que sí», repetía una y otra vez mientras daba gracias a que la indisposición le alcanzase cuando aún le quedaban cinco kilómetros para alcanzar su hazaña: «Es que si faltase menos yo hubiese intentado seguir, y eso que me dolía muchísimo la cabeza y tenía problemas de visión».

Tal y como se indicó desde el primer momento, fue un elemento llamado viento del norte el que desbarató las posibilidades de Armental de unir Sálvora y Barraña con sus brazos. El nadador explicaba ayer que «nada todo el tiempo contra las olas, fíjate que quería meterme por el interior de Rúa y casi acabé tocando la isla de Arousa».

Luego, señaló, como suele ser habitual en él, que no se dedica profesionalmente a la natación y que, por lo tanto, la posibilidad de un nuevo reto en aguas de la ría -esta no era la primera vez, ni de lejos, que se retaba entre las olas de la ría- dependerá de que su trabajo le deje tiempo suficiente para entrenar y prepararse a fondo.

Solo al pensar que le quedaban únicamente cinco kilómetros y que llevaba nadando unas seis horas se oye una frase de lamento de su boca: «Si, lo que pasó fue un fastidio, porque estaba preparado para hacer esa travesía. Ahora entiendo mucho mejor a los deportistas a los que les llega su día y, de repente, no se encuentran bien. Es una sensación que con el fútbol nunca había tenido».

http://www.lavozdegalicia.es/santiago/2009/08/25/0003_7927753.htm
http://www.lavozdegalicia.es/barbanza/2009/08/25/0003_7927023.htm

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