sábado, 17 de julio de 2010

Loitar contra o imposible: bajón

Ayer ha sido uno de esos días en los que meterse en el agua fue más una obligación del guión que un placer. El agua estaba tremendamente revuelta aunque con una temperatura perfecta, y el cuerpo desde el principio decía NO.


No pude entrenar más de 3 kms en aproximadamente 50', primero por las señales del cuerpo, y después por el estado del agua. Cada dos brazadas tropezaba con algo y me era imposible coger ritmo. Hacía un viento de costado que empujaba demasiado como para coger confianza a las vueltas, y el traje, otra vez el traje, parecía un coladero en vez de una prenda de protección. En ocasiones parecía un globo inflado o un muñeco de Michelín, y así es muy difícil nadar...

Las fechas de la próxima travesía son una incógnita. La recomendación de algunos es invertir el trayecto y hacer la travesía desde Boiro hasta Sálvora, pero mi obsesión es hacerla al revés y terminar en casa sin la obligación de hacer un trayecto en barco de vuelta a puerto. Entiendo las recomendaciones, pero tal como tengo el traje, si hago la travesía hacia fuera de la ría estaríamos hablando de tempraturas del agua por debajo de las 15º seguro, y conociendo mi coladero actual... Por cierto, no os compréis un traje de la marca ORCA, son un fraude (ya os explicaré por qué).

Seguimos...

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